
viernes, 23 marzo 2007 at 16:58
Mientras recargaba mi tarjeta del famoso "transantiago" (del cual prefiero ya no referirme).... un sacerdote jóven, no debe haber superado los 40 años.... pidió referencias sobre cómo dirigirse al centro de la ciudad.... y como no, si además debo añadir, era de nacionalidad argentina.... El tema es que, me animé a decirle cómo llegar, pero al darme cuenta que no había quedado claro con las indicaciones y, viajando yo en el mismo sentido, le ofrecí me acompañase en el viaje....
Debo señalar que, fue muy agradable la conversación que sostuvimos , además de interesante.... hablamos sobre el por qué los evangelicos han proliferado por sobre la iglesia católica, tema del cual puedo referirme sin temor a equivocarme, por conocerlo desde dentro, ya que, al ser yo católica, habiéndome educado en un colegio de monjas (experiencia y años que fueron muy felices para mí, por haber recibido mucho amor de parte de las monjas), también me tocó la contra cara, pues mi lela (suegra) y toda la familia de mi ex marido, son evangélicos, y en alguna oportunidad me invitaron a que participara con ellos en el templo (eso fue cuando creía yo, se podía salvar mi matrimonio, pero eso es otro asunto)....
Lo claro es que, al conversar, ambos pudimos observarnos con respeto y, diría yo, algo de admiración.... el sacerdote, por ver que yo era una mujer con conocimientos, y que no temía expresar mi opinión de igual a igual.... (quiero decir, sin fijarme ni preocuparme que estaba hablando con un sacerdote).... y yo, por percatarme de que, el sacerdote en custión, era un hombre abierto y sincero, sin tapujos como suelen ser los curas.... La conversación, versó finalmente en distintos temas, mientras duró el trayecto.... y mi conclusión ha sido una vez más que, con el diálgo, no existirían las guerras, ni las diferencias.... que es posible plantarse frente a quien sea, si tienes el suficiente conocimiento de lo que estás hablando, y la convicción de ello.... que desgraciadamente nuestra idiosincracia.... nos ha hecho una parvada de timoratos, que sólo somos capaces de decir las cosas tras la puerta.... que, cuando nos toca decirlo de frente, se produce el ya conocido "chaqueteo", y no nos atrevemos simplemente a decir lo que sentimos.... por eso es que, nos han metido no sólo el dedo por donde no deben.... sino que, además.... han llegado hasta el hombro en ello....
Es hora de empezar a expresarnos.... decir lo que llevamos guardado a punto de explotar.... que en los tiempos de dictadura, bien nos atrevíamos a protestar.... y ahora en democracia.... se nos han atragantado las palabras....
Mientras recargaba mi tarjeta del famoso "transantiago" (del cual prefiero ya no referirme).... un sacerdote jóven, no debe haber superado los 40 años.... pidió referencias sobre cómo dirigirse al centro de la ciudad.... y como no, si además debo añadir, era de nacionalidad argentina.... El tema es que, me animé a decirle cómo llegar, pero al darme cuenta que no había quedado claro con las indicaciones y, viajando yo en el mismo sentido, le ofrecí me acompañase en el viaje....
Debo señalar que, fue muy agradable la conversación que sostuvimos , además de interesante.... hablamos sobre el por qué los evangelicos han proliferado por sobre la iglesia católica, tema del cual puedo referirme sin temor a equivocarme, por conocerlo desde dentro, ya que, al ser yo católica, habiéndome educado en un colegio de monjas (experiencia y años que fueron muy felices para mí, por haber recibido mucho amor de parte de las monjas), también me tocó la contra cara, pues mi lela (suegra) y toda la familia de mi ex marido, son evangélicos, y en alguna oportunidad me invitaron a que participara con ellos en el templo (eso fue cuando creía yo, se podía salvar mi matrimonio, pero eso es otro asunto)....
Lo claro es que, al conversar, ambos pudimos observarnos con respeto y, diría yo, algo de admiración.... el sacerdote, por ver que yo era una mujer con conocimientos, y que no temía expresar mi opinión de igual a igual.... (quiero decir, sin fijarme ni preocuparme que estaba hablando con un sacerdote).... y yo, por percatarme de que, el sacerdote en custión, era un hombre abierto y sincero, sin tapujos como suelen ser los curas.... La conversación, versó finalmente en distintos temas, mientras duró el trayecto.... y mi conclusión ha sido una vez más que, con el diálgo, no existirían las guerras, ni las diferencias.... que es posible plantarse frente a quien sea, si tienes el suficiente conocimiento de lo que estás hablando, y la convicción de ello.... que desgraciadamente nuestra idiosincracia.... nos ha hecho una parvada de timoratos, que sólo somos capaces de decir las cosas tras la puerta.... que, cuando nos toca decirlo de frente, se produce el ya conocido "chaqueteo", y no nos atrevemos simplemente a decir lo que sentimos.... por eso es que, nos han metido no sólo el dedo por donde no deben.... sino que, además.... han llegado hasta el hombro en ello....
Es hora de empezar a expresarnos.... decir lo que llevamos guardado a punto de explotar.... que en los tiempos de dictadura, bien nos atrevíamos a protestar.... y ahora en democracia.... se nos han atragantado las palabras....
Mentres recargaba o meu cartón do famoso "transantiago" (do cal prefiro xa non referirme).... un sacerdote jóven, non debe superar os 40 anos.... pediu referencias sobre como dirixirse ao centro da cidade.... e como non, se ademais debo engadir, era de nacionalidade arxentina.... O tema é que, animeime a dicirlle como chegar, pero ao darme conta que non quedara claro coas indicacións e, viaxando eu no mesmo sentido, ofrecinlle acompañáseme na viaxe....
Debo sinalar que, foi moi agradable a conversación que sostivemos , ademais de interesante.... falamos sobre o por que os evangelicos proliferaron por sobre a igrexa católica, tema do cal podo referirme sen temor a equivocarme, por coñecelo desde dentro, xa que, ao ser eu católica, habéndome educado nun colexio de monxas (experiencia e anos que foron moi felices para min, por recibir moito amor de parte das monxas), tamén me tocou a contra cara, pois a miña lela (sogra) e toda a familia da miña ex marido, son evangélicos, e nalgunha oportunidade invitáronme a que participase con eles no templo (iso foi cando cría eu, podíase salvar o meu matrimonio, pero iso é outro asunto)....
O claro é que, ao conversar, ambos puidemos observarnos con respecto e, diría eu, algo de admiración.... o sacerdote, por ver que eu era unha muller con coñecementos, e que non temía expresar a miña opinión de igual a igual.... (quero dicir, sen fixarme nin preocuparme que estaba falando cun sacerdote).... e eu, por decatarme de que, o sacerdote en custión, era un home aberto e sincero, sen andrómenas como adoitan ser os curas.... A conversación, versou finalmente en distintos temas, mentres durou o traxecto.... e a miña conclusión foi unha vez máis que, co diálgo, non existirían as guerras, nin as diferenzas.... que é posible plantarse fronte a quen sexa, se tes o suficiente coñecemento do que estás falando, e a convicción diso.... que desgraciadamente a nosa idiosincracia.... fíxonos unha parvada de timoratos, que só somos capaces de dicir as cousas tras a porta.... que, cando nos toca dicilo de fronte, prodúcese o xa coñecido "chaqueteo", e non nos atrevemos simplemente a dicir o que sentimos.... por iso é que, metéronnos non só o dedo por onde non deben.... senón que, ademais.... chegaron ata o ombreiro niso....
É hora de empezar a expresarnos.... dicir o que levamos gardado a piques de explotar.... que nos tempos de ditadura, ben nos atreviamos a protestar.... e agora en democracia.... hánllenos atragantado as palabras....
No hay comentarios:
Publicar un comentario